Rutilio Rivera Gomez

Querido y adorado esposo, padre, hermano y amigo quién fue llamado a la presencia del señor dejando un vacío inmenso e irreparable en todos los que tuvieron el honor de conocerlo, aquí nos quedamos con el corazón roto todos los que te quisimos celebrando tu vida, cantando, llorando, ríendo y bailando pero certeros que ahora ya descansas al lado de tus queridos padres y hermanos. Te vamos extrañar por el resto de nuestras vidas y jamás nos olvidaremos de ese carisma y esos chistes que nos hacían reir a todos los que tuvimos el placer de convivir contigo, te queremos y siempre vivirás en los muchos corazones que tocaste con tus ocurrencias y buen sentido del humor. Hasta siempre nuestro querido viejo del sombrerón.